Las ciencias
sociales parten de una metáfora. Muchas veces las metáforas indican imágenes que
no logran atraparlas completamente. Hay niveles de metáforas como las que se
expresan en un poema, en las relaciones cara a cara, en el leguaje cotidiano.
Hay metáforas que buscan explicar elementos indecibles y o netamente sin
posibilidades de comprobación, tales como la religión o las elucubraciones que
la filosofía hace con respecto a la ontología. Como sea, las metáforas hacen
clara la diferencia entre el lenguaje y la realidad que describen.
¿Qué tipo de
conocimiento se debe tener como base para hacer una reflexión acerca de la
humanidad? ¿Qué tipo de información debe contener la metáfora que haga loable
una determinada explicación acerca de la sociedad y su realidad? ¿Dilucidar
sobre el origen de la especie humana, en realidad, es algo que los científicos
sociales debemos tener como dado?
En la historia de
la humanidad se han planteado varias formas para explicar el entorno, la
ciencia se inscribe en esta articulación de conceptos que dotan de significado
y sentido a la realidad. Quien posea la versión más aceptada del origen de
nuestra actualidad tendrá, entonces, una fuerza ante el mundo impresionante.
Tener segura la fuerza de la credibilidad y los argumentos suficientes para
indicar el camino que enarbola “lo que se piensa que fue” acerca de “lo que
fue”, hace posible convencer acerca del presente y de lo que está siendo, de lo
que se supone será. Quien tenga la versión más aceptada tendrá el poder de
imponer lo que se establecerá como saber.
Un día comenzaron
las cosas justo cuando salía el sol. Y se plantea la observación de los astros
como referente social, como indicadores del designios de las fuerzas divinas y
el mundo de esa sociedad se regía en armonía con los hacedores de la vida. Otro
versión. Suponer que las sociedades son la suma de los individuos que deciden
libremente juntarse entorno a una comunidad presupone el desarrollo de teorías
sociales inscritas bajo una línea iusnaturalista, de índole contractualista.
Comprender a la
sociedad como un artificio construido voluntariamente por los hombres contiene
una serie de implicaciones epistemológicas, ontológicas y metodológicas que se
expresan en el resultado de las investigaciones. Luego, cuando se plantea que
la sociedad existe antes que el mismo ser humano, no sólo se le está dando un
giro a la propuesta contractualista sino que también derrumba gran parte de los
saberes establecidos por ellos. Es plantear que el ser humano se forma en la
convivencia y, podría comprenderse, que el pensamiento es un ejercicio social
más que individual.
Me parece que
cuestiones tales como el origen, la unidad de vida, y la verdad son temas que
en todo discurso se presentan. El origen, como pregunta ontológica muchas veces
recae sobre la idea con que se estructuran como sociedad y sus vínculos con
seres divinos. La unidad de vida se refiere a la concepción del tiempo en la
vida de un ser humano individual ¿Cuándo empieza y acaba la vida? Luego
entonces la verdad como la expresión de un discurso que se construye como un
marco valorativo que guía el actuar de los seres humanos. El matiz con que cada
una de las culturas resuelve, sobre estos temas, tiene implicaciones en la
organización de la estructura social.
En este sentido,
cabe la posibilidad de que las ciencias sociales participan dentro de la
conformación de lo que, en el presente, consideramos como verdad. La ciencia
como esa parte activa que otorga los mecanismos infalibles para evitar la
sustitución de la razón como eje motriz del pensamiento humano, tal como lo fue
el dedo de dios. El estudio de las ciencias sociales no debe ser comprendido
lejos de estas reflexiones, pues, situar
los principios de las ciencias sociales como una metáfora puede ser comprendida
como una argucia con el poder de descalificar toda pretensión de validez..
Eufemio Franco Pimentel
17 de septiembre 07