miércoles, 24 de julio de 2013

Ave de vuelo nocturno





Donde la mirada sumisa esconde felicidad.



Ave de vuelo nocturno,
alas de plumas negras.
Ojos de mirada complaciente,
de vuelos seguros.

En aquellas tardes,
de ligeras reflexiones,
tensé mi red de hilos transparentes,
tejido fino.

De noche vuelas
de días duermes.
De noche vas,
en mi tela te quedaste.

No se cuantos días,
ni tampoco cuantas lunas,
fue de madrugada,
cuando liberé tus alas.

Así te fuiste, en el frío del invierno,
con un poco de desvelo con un poco agobio.

Ave de vuelo nocturno,
alas de plumas negras.
Volaste hacia el alba,
acepté mi soledad con orgullo.

De noche vuelas,
de días duermes.
Amanezco del sueño,
discutiendo con el eco:

Es de día de no lo olvides,
es de noche, no te apures.
Es el aleteo de tus alas
lo que me enloquece.

Así pues, al tercer mes
apareces vestida de mujer con minifalda.
Casi no te reconozco
hasta que me sonríe tu mirada.

Ave de vuelo nocturno,
alas de plumas negras.
Ojos de profundos saberes,
mirada calma, reservada.

martes, 9 de julio de 2013

Ensoñación





Apenas alcancé a ver el olvido. Una lágrima al vacío.


 
La muerte es como una flor que se abre y se cierra.
Como el flujo de las corrientes del mar.

A veces en hilos profundo
que dan vuelta al mundo,
avisando de boca en boca
la despedida de la persona.

A la vuelta, viene y besa la arena
en olas estruendosas.
Son flores, ramos frescos,
rezos y las lágrimas de los deudos.

Como el viento en las planicies
y el canto a la libertad
entre las ramas de los árboles.

Es una flor que se abre y que se cierra,
que va de boca en boca,
como queriéndose quedar,
sin su cuerpo, entre nosotros.

Efrapi/ 9 de Julio 2013