martes, 9 de julio de 2013

Ensoñación





Apenas alcancé a ver el olvido. Una lágrima al vacío.


 
La muerte es como una flor que se abre y se cierra.
Como el flujo de las corrientes del mar.

A veces en hilos profundo
que dan vuelta al mundo,
avisando de boca en boca
la despedida de la persona.

A la vuelta, viene y besa la arena
en olas estruendosas.
Son flores, ramos frescos,
rezos y las lágrimas de los deudos.

Como el viento en las planicies
y el canto a la libertad
entre las ramas de los árboles.

Es una flor que se abre y que se cierra,
que va de boca en boca,
como queriéndose quedar,
sin su cuerpo, entre nosotros.

Efrapi/ 9 de Julio 2013

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